jueves, abril 19, 2012

Venganza a largo plazo.

Viernes 13, seguro que era el día. El caso es que ese día en concreto me levanto especialmente amable, todo era "por favor", "gracias", "no importa"...
Voy a dos centros comerciales cercanos a casa y a pesar de llevar un montón de prisa no excedo los límites de velocidad en ningún momento. A las chicas de la caja les doy las gracias, cedo el paso tanto con los carritos del super como en las rotondas a varios aspirantes a conductores de F1.
Cuando voy a salir ya a carretera me encuentro con toda una familia caminando tranquilamente por el centro de la calle, las aceras deben de estar de adorno. Me obligan a clavar los frenos y la reacción del cabeza de familia no es otra que volverse y llamarme imbecil.
La reacción obvia  sería que me bajara del coche y le partiera la cara. Pero me lo tomé con calma mirando a su prole, tres niñas, la mayor no pasaría de diez años. Me imagino a las tres tiernas criaturas siguiendo el ejemplo de su "papi". Caminando por donde les de la gana ignorando los peligros lógicos de una ciudad por que cuentan con un poder secreto que detendrá a cualquier vehículo a motor: Ponerse delante gritando ¡IMBECIL!.
Esa será mi venganza, saber que la semilla de semejante capullo contará con muchas posiblidades de ser erradicada por el nefasto ejemplo que tienen a su lado y que se hace llamar progenitor.