lunes, marzo 31, 2008

Al mismo compas - Parte II


¿Pero cómo había ocurrido? Sólo a ella podía pasarle algo así y ahora se encontraba sola en plena madrugada en un sitio repugnante.
La niebla lo cubría todo, era imposible apenas distinguir más allá de sus narices, suerte tendría si no chocaba con algo.

Era una calle que no debía entrar en los planes de urbanismo, un olor hediondo hasta ser picante entraba por su nariz y a duras penas pudo contener las ganas de vomitar, suciedad por todos sitios. Nadie había allí salvo una pareja que al parecer no podían esperar a llegar a casa para meterse mano, un perro al lado de un cubo de basura volcado y... Sí ahora podía oír con claridad unos pasos.

Pasos por delante de ella...

Aflojó la marcha con la esperanza de quedar atrás, a saber quien iría por delante más los pasos se hicieron más lentos. Ahora caminaba más deprisa con la intención de salir cuanto antes de aquella calle pero los pasos también aceleraron.

¿Quien sería? Por hoy había tenido bastante y su mente empezó a hacer cábalas sobre la identidad de esos pasos. ¿Un borracho? ¿Un mendigo? Pero seguro que no sería normal, alguien normal no se aventuraría por esas calles. Ella estaba allí por error.

¿Continuará?

Edu

miércoles, marzo 26, 2008

Ya se, ya se...

Si, ya lo se. He estado desaparecido unos cuantos días de aquí. En mi descargo tengo que alegar que primero estuve malito, luego tomé unas minivacaciones que aproveché para ir a Valencia a las Fallas y de remate he escrito dos continuaciones del relato anterior. Pero no me han gustado ninguna de las dos. A ver si en estos días se me ocurre algo medio decente.

Lo más reseñable es lo de las Fallas, poder encontrarme con mi gente de allí. Siempre dispuesta a recibirme con los brazos abiertos, aunque había alguien que llevaba más de un año sin ver. Pero eso no importa cuando se sigue manteniendo el contacto. Asimismo conocí a más gente de esa que a los diez minutos parece que nos conociéramos de toda la vida. Ya me ha pasado este año un par de veces: Una en Pucela y otra allí, en Valencia.

Por que a veces no hace falta buscar a la gente, simplemente aparece y... la mayoría se queda.

¡Quiero a mi gente!

¿Os apetece otra cerveza?

lunes, marzo 10, 2008

Al mismo compas


Bueno, a pesar que cada vez es menos la gente que por aquí pasa, yo sigo con lo mío. Esto que puede ser un dato negativo al final no es tal. Así me permito poner cosas que de otra forma no haría.

Como ésta. El último desvarío que se me escapó de la cabeza.

¿Quien está ahí? Puede ser alguien, puede ser la imaginación, puede...

Al mismo compás

Caminaba por esa calle sucia, despacio. La niebla que anunciaba el amanecer había hecho acto de presencia. Apenas podía distinguir la colillas aplastadas y las cajetillas de tabaco vacías y ya añejas que adornaban las aceras de esa oscura calle a la espalda de otra calle más luminosa.

Pero esa otra calle estaba destinada a la gente más... ¿normal? ¿Quien quedaba normal esa noche? Caminando percibía por el rabillo del ojo a una pareja magreandose bajo un soportal, a un perro dando cuenta de las sobras de un cubo de basura volcado, las bocanadas de alguien que se había pasado con el alcohol... No era consciente de todo eso, simplemente veía a su alrededor lo que todas las noches ocurría.

En su cabeza la misma música, su banda sonora desde hacía un tiempo. Caminaba al compás de los acordes de guitarra, más deprisa... ahora más despacio. Era tan sencillo que lo hacía involuntariamente, caminaba.

La niebla cada vez más densa había conseguido empapar su cara despejando sus ideas, aclarando su vista y anunciando una sonada resaca para un poco más tarde. Entonces, con sus sentidos otra vez en funcionamiento se percató de unos pasos detrás de él, marcando su mismo compás, imitando su música.

¿Cuanto tiempo duraba esto? Se preguntaba si realmente le estaban siguiendo o quizá su manera de caminar era contagiosa. Era sencillo, simplemente con volver la cabeza encontraría la respuesta. Tal vez era alguien conocido o una cara nueva. Una nueva vida por descubrir. ¿Alguien por conocer o alguien para evitar?

Sí, sería fácil aclarar ese pequeño misterio, pero... ¿Por qué? No deseaba conocer la respuesta, sólo continuó caminando al compás de la música. Tal vez mañana o pasado o... la semana siguiente, si aquello se repetía se pararía en mitad de la calle, volvería la cabeza y diría... bueno, eso estaba por decidir, depende lo que encontrara. No era bueno planificar, siempre se le había dado mejor improvisar.

Pero tenía una vaga idea de quien era, quizá era alguien de su sueño. Y con la esperanza que así fuera continuó con la misma música, el mismo compás, el mismo caminar... para que todo fuera distinto.

¿Continuará?

Edu

Pregunta: ¿Cual es vuestra banda sonora?

domingo, marzo 02, 2008

¿Que os pareció?

Hace unas semanas "colgue" en el blog la recopilación de algunos de los textos que en el puse y bueno, creo que en el título atiné: Desvaríos. ¿Que os pareció? ¿Hubo alguno que os gustara?

A mí personalmente mi favorito es Belleza, creo que me quedó bien, pero claro que voy a decir yo...

Aquí lo pongo de nuevo mientras ordeno en la cabeza otros textos que me rondan desde hace un tiempo pero no quieren salir. Claro, como soy así de cabezón los pobres no encuentran la salida.

Por cierto, casi se me olvida. No tiene que estar del todo mal que ya que me ha salido un plagiador. Como he dicho muchas veces, no me importa que todo el que quiera lo ponga donde le de la gana pero al menos que diga que es mío.

Belleza

No estaba seguro. Todo eran dudas.

-¿Por qué a mí?

Se preguntaba con desesperación.

Quien así se sentía tenía una difícil misión.
Encerrado en un castillo, en mitad de una isla
completamente vacía por orden expresa de su señor.
Solamente la escolta oficial, las tres candidatas y él.

Tenía que elegir a la más bella de entre las tres
mujeres más hermosas del imperio, la que sería la mujer de
su señor, el Emperador de Vega. Y no podía fallar en su
decisión, sus señor era justo y a él le debía toda su
existencia.

La primera candidata era toda dulzura, una voz
melodiosa que embriagaba el espíritu y con un gran talento
musical, especialmente cuando tocaba el arpa.

La segunda era totalmente opuesta. Enérgica, con
dotes de mando y una excelente administradora. Los
negocios de su padre habían recibido agradecidos estas
cualidades.

Y por último la tercera. Parecería que sería la
candidata ideal, una mezcla de las virtudes de las otras dos
mujeres. Además tenía por pasatiempo el cuidado de su
invernadero, con las más exóticas flores conseguidas por
todo el imperio.

Pero lo que a él le pedían era que eligiera a la más
bella de las tres. Ni siguiera Paris lo tuvo tan difícil cuando
tuvo que elegir una de entre las tres diosas del Olimpo.

La más bella, la más bella le pedían. Al menos Paris
tuvo la suerte de ser sobornado. ¿Qué era la belleza?

¿Cómo encontrar la belleza? Y sobre todo como encontraría él la
belleza por que...


¿Cómo apreciar la belleza cuando se ha nacido ciego?