lunes, febrero 19, 2007

La quedada

Pues a pesar de mil y un problemas pudieron venir a casa Súcubo, Iralow, Guillermo, Vacio y Emilio. Mi casa no es muy grande pero nos apañamos bien.

Tambien echamos un montón de menos a Xavi y a Sabejal que a pesar de tener casi un pie en el tren circustancias familiares y de salud impidieron su presencia. Desde aquí os mando los mejores deseos para vosotros.

Ellos se lo pasaron bien pero lo yo... a mi me durará la sonrisa mucho mucho tiempo. Nada mejor que estos amigos para que se me olviden problemas, codos rotos y demás malos rollos. Poco importa que destrozara una canción de Nino Bravo, nos reimos y eso es lo importante.

Ahora mi piso aparentemente está vacio pero si miro bien cada uno de estos amigos dejó algo de si aquí. Muchisimas gracias por venir a vuestra casa.

miércoles, febrero 14, 2007

Magia

Era se una vez en un pais muy cercano que jugaba una niña con su gato. Tan feliz era con el juego que no se dio cuenta que se estaba alejando de su casa, siempre pasaba lo mismo cuanto su gatito se ponía así de travieso, era encantador.
Cuando fue consciente se encontró sentada a la sombra de un viejo álamo blanco con más carcoma que otra cosa, ella seguia enfrascada en el juego hasta que quedó dormida.

Entonces el viejo árbol habló:

-¿Quien eres, niña de cabellos como el sol?
-Soy María. Respondió medio asustada. Pero la curiosidad pudo más que el miedo. -¿Puedes hablar? Preguntó a su vez.
-Por supuesto, soy el árbol más viejo de este bosque. A mi me corresponde hablar.

-¿Bosque? No veo ninguno, sólo te veo a ti.

Entonces el árbol contó a la niña que en otros tiempos aquel paraje fue una frondosa alameda pero todos sus compañeros fueron muertos por hachas o por la carcoma.
Unicamente la magia de las hadas podría devolver la vida a la foresta y de nuevo volver a contar con los trinos de los pájaros y las graciosas cabriolas de las ardillas en sus copas.

- Que lástima que ya no queden hadas. Lamentaba María
- ¿Estás segura? Preguntó el viejo álamo.

Entonces despertó, su gatito había empezado a perseguir las hojas caidas mecidas por el viento de la tarde.

Al llegar a casa contó a su madre que había estado hablando con un árbol y que era muy urgente llamar al país de las hadas. El viejo árbol necesitaba una.

Pero la madre, como todos los mayores, estaba demasiado ocupada para soportar las fantasías de una niña. La reprendió de tal forma que lloró durante toda la noche.

...

El tiempo ha pasado y María ha crecido. Su gatito había desaparecido ya, lo había enterrado en lo que fue la alameda. Un día cualquiera, cansada del ruido fue de nuevo a sentarse al pie del viejo árbol esperando volver a hablar con él.

Pero permaneció mudo. Por mucho que doliera tendría que dar la razón a su madre, quizá fuera sólo un sueño.
Invadida por la tristeza una lágrima resbaló por su mejilla y se disolvió en la seca tierra.

Si hubiera mirado atrás hubiera visto como los árboles brotaban del suelo, el viejo álamo sonreía y su gatito jugaba con las hojas mecidas por el viento de aquel atardecer.
Ella era el Hada. Su lágrima... La Magia.

Y colorín colorado este cuento... ¿Se habrá acabado?

Hoy es 14 de febrero, como no tengo pareja siempre pido a alguna buena amiga si me acepta un regalo. Este año mi amiga María me pidió un cuento. Espero que te guste.

Eduardo

jueves, febrero 08, 2007

Hola

Hace un monton de tiempo que no escribo. Lo que queria decir no venía mucho a cuento. Hoy solo digo que tengo algo menos de dinero (me la suda), una total libertad y mi expediente penal limpio como el coño de una novicia (al menos eso dicen...).

Es preferible gastar dinero en alejar a neuróticas de la vida de uno que pasarsase toda la vida mirando a tu espalda . No, no he matado a nadie, sólo es un acuerdo extrajudicial.

Por lo demás... el brazo sigue ganando grados, ya son 70. Que espero que el día 16 vengáis todos los previstos (tu también Ish) y este sábado ceno por Madrid (Iralow guapa, si estás por allí dame un toque)

Os quiero.

Edu

PD: Y este tema es un himno a la libertad