miércoles, noviembre 30, 2005

Contento me teneis

Hola a todos:

Contento me teneis, las estadisticas del blog después de anunciar el encuentro con Milena, Súcubo y elpep han subido como la espuma. Pero no le habeis hecho ni caso al relato que le dedique a Cattz, voy a tener que escribirle otro a ver si le haceis más caso.

De acuerdo que la cienca ficción no es lo mio, pero si me piden un relato pues hago un relato y ya está y más si me lo pide quien lo pidió. Pero en el momento que ois hablar de cama redonda... hala, todos para adentro, degenerados, que estais más salidos que el mango de una satén.

Eso si, fue una velada maravillosa y una oportunidad de conocer a gente a la que había leido, por fin le pude poner cara y voz a esas lineas escritas en un blog. En otra ocasión espero ponerle cara y voz a más lineas...

También aprovecho para mandar un caluroso saludo a las Islas Canarias (sobre todo a Tenerife) deseandoles una pronta vuelta a la normalidad y mis condolencias a quien haya tenido la desgracia de perder a un ser querido.

Llevo una semana bastante contento, pero ayer me obligé a deprimirme un poquito para escribir el relato que me sugirió Cdaae. Me sabía mal que no se me ocurriera algo ya que es una de las más asiduas a este blog. Se que me quedan algunos encargos por cumplir pero todo llegará, no seais impacientes.

Chao

12 comentarios:

Wardog dijo...

A ver que te vas a pensar, eh? Que no tenemos más cosas en la cabeza que el sexo? Es eso lo que piensas? Uyyyyy!
En fin, que sepas que servidor sí que ha leído el relato, que yo soy bueno y asiduo, y que la envidia me corroe un poquitin por las caritas de quejapiquestoy que tienes en las fotos. No pares de escribir relatos que los dias de oficina son mu largos.

Gacela dijo...

Jo, con lo dificil que es escribir así, un poco a la carta... yo soy incapaz!!

Espero lo próximo que salga de tu cabecita, Terminus. Siempre es un placer leerte :-)

Anónimo dijo...

Yo no estoy salido.

Pero mejor un relato porno, en lugar de tanta ciencia ficción. Al menos que sea porno ficción, que anima más.

Pero yo no estoy salido.

Anónimo dijo...

¡Sexo! ¡Niñas ninfomaniacas! ¡Tríos! ¡Camas redondas! ¿A dónde va a llegar el mundo? Como diría Mafalda... ¡Qué asco de generación!

(una vez cumplido mi deber de educar al mundo y poner palabras clave en los buscadores, me despido...)

Anónimo dijo...

Yo si he leido el relato, pero sabes que no me gusta la ciencia ficción. Además estoy deseando de que llege el lunes para el próximo....y como dice gacela, es muy dificil escribir a la carta.

Anónimo dijo...

No te me deprimas por mi culpa, la sugerencia creo que era de algo hermoso y positivo no?.

Es que ya sabes lo que dicen, en cuanto leemos cama redonda y demás, pero que conste que yo venia a ver las fotos que habia pedido y si habia un relato nuevo XDD.

Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Por cierto, ¿continuara?

Anónimo dijo...

Querido, y no se te olvide que en portada de mi boudoir te hice un link, para que se enterase la gente sobre la totalidad de los golferíos.
No como otras personas, que no ponen ni links ni ná.
Ah, y el relato me lo leí, ya también.
besazo

Cattz dijo...

Bueeeenas... Auna/Ono sigue con sus hipidos electrónicos, esto es la mar de divertido. En la provincia de S/C de Tenerife nadie ha resultado muerto, pero como te gustan tanto los relatos te dejo el de un cocnocido de aquella noche.
Un besito muy fuerte(tengo problemas con hotmail).
"escrito el 01/12/05 23:20
Hoy me han dado luz a partir de las 8 de la noche así que venía aquí a escribir un mensaje igual al que puso Cattz para saber como estaban todos

Por mi parte pasé la noche más cardiaca de mi vida con diferencia.

A las 10:00 me llaman de la guardería y me avisan que tengo que ir a recoger a la niña antes de las 14:00 por la tormenta tropical que se avecina.

A las 17:00 ya se nota bastante viento, pero como estoy en un evento dentro del recinto ferial de Santa Cruz no me entero de nada más.

Eran las 20:30 cuando salimos del edificio que se encuentra justo al lado del rascacielos que aparece en la segunda foto. Teníamos el coche aparcado en el propio recinto y nos fuimos a tomar algo a un bar cercano. Hablé por teléfono con mi mujer y me dijo que el viento era increible, que se había ido la luz y que estaba muerta de miedo. El resto de compañeros tuvieron conversaciones similares pero como allí no había mucho viento no nos preocupamos mucho.

Media hora después estabamos bastante acojonados. No nos atrevíamos a salir del local porque pensábamos que el viento nos llevaría, pero temíamos por los coches. Finalmente el dueño del bar decidió por nosotros y nos echó de allí porque iban a cerrar. Salimos corriendo por la avenida mientras veíamos con asombro como los árboles comenzaban a desgajarse y la acera se llenaba de piedras, cascotes, vallas de obra (auténticas cuchillas de varios metros cuadrados), cristales rotos.

Pero todos nos asustamos de verdad cuando, por encima de nuestras cabezas, empezó a sonar un crujido de algo metálico que se rompe y, de repente, las planchas que recubrían el edificio empezaron a caer sobre nosotros.

Corrí como nunca y casi bajo las empinadas escaleras del recinto ferial rodando hasta llegar al coche. El resto de los que iban conmigo decidieron seguir corriendo buscando el refugio cercano del restaurante donde supuestamente nos esperaban para cenar (La Cascada del Parque Marítimo) pero yo (gran error) me hice el valiente y les dije que no podía dejar a mi mujer sola toda la noche.

Así que me metí en mi coche y salí a la máxima velocidad que creí razonable, esquivando señales de tráfico, ramas de árboles y aguantando firmemente los forcejeos del viento. Conseguí llegar a la autopista y enseguida me arrepentí de estar allí. Para empezar todas las luces se apagaron de repente; había entrado en la zona donde comenzaba el apagón. Perdida la protección de los edificios el viento me empujaba como un títere de un carril a otro, me enviaba la lluvia sobre el cristal con una dureza que la hacía repiquetear como si fuera gravilla y a duras penas conseguía evitar las señales de tráfico, los bloques y la multitud de obstáculos... hasta que a unos 20 metros de mi vi un cartel de anuncios, de esos que se ponen en los laterales de las carreteras, de unos 10 x 4 metros que se abalanzaba sobre mi empujado por el vendaval.

Pensé, de verdad, que ahí se había acabado todo, pero pasó por debajo del coche, haciéndome perder totalmente el control y, milagrosamente, sin hacer explotar ninguna goma.

A paso de tortuga realicé el resto del camino hasta mi casa.

Cuando llegué a la zona la única luz que había en el mundo era la de los faros del coche. Tuve que pasar por debajo de algunos árboles desgajados que amenazaban con caer en cualquier momento... pero cualquiera se quedaba sin llegar al destino. Por supuesto delante de mi casa no había sitio para aparcar así que lo tuve que hacer en la calle de al lado. Ahora el vendaval era aún más fuerte y lanzaba todo tipo de objetos sobre el coche: trozos macetas, cristales de farolas, ramas, piedras. Intenté abrir la puerta del conductor pero como estaba sobre el lado del viento no lo conseguí. Tomé aire, apagué el coche y de paso la única luz de la que disponía y salí por la otra puerta corriendo como alma que lleva el diablo.

Casi no podía caminar (el viento me hacía cambiar de trayectoria continuamente) y no veía nada, se me metía arena y agua en los ojos y tenía el corazón a mil. Lo único que pensaba era que en cualquier momento un trozo de algo me daría en la cabeza y ahí sí que se acabaría todo. Después de un rato, que me pareció eterno, llegué a la puerta. Estaba a un paso de salvarme... PERO NO HABÍA FORMA DE ENCONTRAR LA LLAVE CORRECTA. Probaba y probaba, sin poder ver nada, y de los nervios se me cayeron al suelo. Las recuperé y después de varios intentos pude entrar por fin.

Mi casa parecía preparada para un aquelarre, toda llena de velas, pero allí me esperaba mi asustada mujercita y Diego, durmiendo como un campeón.

Cuando la adrenalina se pasó todos los nervios se fueron a la barriga. Un par de horas después estaba en el baño vomitando hasta el almuerzo de mi comunión.

Recordado hoy hasta a mi me parecería una gran exageración si no fuera por la cantidad de relato parecidos al mío que he compartido estos últimos días.

Finalmente escapé con un faro roto (curiosamente en el otro coche) y un par de horas de luz al día para compensar.

- Lenko - "

terminus dijo...

Cattz, esto no es un relato, parece casi sacado de una película. Me lo he tenido que leer tres veces para hacerme una idea de lo que tuvo que pasar ahí. Me alegro muchísimo por Lenko por que se pudiera librar con bien de la situación, pero según lo cuenta fue por poco.
Y si no hubo muertos mejor, eso siempre es lo más triste, por que no se recuperan. Lo demás sera un desastre pero se puede arreglar.
No te preocupes por el correo, así luego te los lees del tirón, o mejor los tiras, total...
Por cierto en 15 dias ya me ponen ADSL.
Beso.

Al resto os contesto luego, que estoy de cierre de mes

terminus dijo...

-Wardog, perdon, ya se que tu eres de mis mas fieles lectores, por cierto, si vives cerca cualquier dia te invito a un café.
-Gacela, gracias, no es tan dificil. El problema muchas veces es sujetar mi imaginación.
-SebastianDell, tienes razón, pero el porno ficción ya lo practicamos todos contando batallitas con los amigotes.
-Mi querido Don Pastrami, tambien viene Vd al llamado del sexo. Siempre es un honor saludarle.
-Cdaae, el lunes va para tí, y es un relato de amistad verdadera.

terminus dijo...

-Milena, no te olvido, pero quería que se te viera bien. ¿Por que no me sugieres un tema? De sexo no, eso te lo dejo a tí.