martes, julio 04, 2006

La Ciudad del Sol

Primero escuchadme:


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LA CIUDAD DEL SOL

De repente, unos pasos ligeros interrumpen en el salón:

Blue: Ma ¿dónde están las maletas?

Ma: no se, estarán con tus cosas

Blue: me voy de viaje, marcho ahora mismo...

Ma: ¿ahora?

Blue: sí, me llevan...

Ma: ¿quién?

...Dió una mirada y una sonrisa y ninguna una voz, ningunos labios habrían expresado tanto. El chico se apresuró, abrió la maleta.

La inquietud fue la primera en entrar, la tristeza ocupaba mucho espacio pues se puso junto al talento. El temor arrastró a la simpatía y a la alegría, la belleza y la calma, la pasión quedó presionada por la locura, la cual buscaba sin suerte a la sonrisa...

Blue: ¿y la sonrisa, Ma? No la encuentro...

Marchó, cerró la maleta y se marchó sin más. Breve silencio roto, como el esqueleto de un grito en la noche seca. Nubes, lluvia, viento y más nubes sucedieron a esa noche... y el chico no volvió.

Ma: ¿dónde estará? ¿por qué viajó?

Pa: No lo se, quizá nunca lo sepamos... En su habitación encontré esta cesta...

Al observarla vieron que estaba llena de recuerdos, numerosos e inolvidables recuerdos, llenos de colores y en el centro, estaba la sonrisa... esa sonrisa.

Pa:... Y todo esto... ¿por qué se lo olvidó?

El Día hizo lado a la Noche y dejó escapar un susurro:

-Quizás no fue el olvido, pues este viajó consigo, se lo llevó, quizás fue la vitalidad quién dejo a propósito la cesta...

La Luz, sabia cómo ninguna, que hasta entonces estaba escondida bajo la piedra blanca, exclamó:

- ¡No todo aquel que se va de viaje puede permitirse el lujo de dejar esta gran cesta!

Los recuerdos, alumbrados por esa sonrisa, fueron haciéndose un puesto en todos aquellos corazones en los cuales Blue tocó alguna vez, y a su vez, esa sonrisa se fue esculpiendo en todos ellos cómo un gran velero que navegase por el mar, de agua que no moja y color de cristal.

Ma: ...pero, él ¿qué está haciendo? ¿dónde estará?

Día: ...Ahora mismo está en la ciudad del sol, donde cada alba nos intenta traer un pequeño rayo de luz, que levante las nubes de papel...

Ma: ... y que aquella, su sonrisa, interminable sonrisa, se dibuje en nosotros, cómo aquel velero, para que nos guíe algún día hasta la ciudad del sol.

Y hoy añado...

Bliss: Y por eso, cuando el cielo llora sobre esta tierra sombría es por que te esperaba y decidiste quedarte en la ciudad del sol, en el corazón de cada uno de nosotros.

CDTF

Escrito desde el corazón de Bliss

5 comentarios:

terminus dijo...

Para los que conocemos la historia del relato, siempre estaremos agradecidos a Blue que al marcharse dejara su sonrisa en Bliss.

Wardog dijo...

Eh! Bliss! Miedo has de tener! No se puede ir por la vida escribiendo y no mostrarlo a nadie. Y menos de la mano del tío de las gafas y el pañuelo. Así que ya sabes, a abrirse un blog. Hombre ya.

Por cierto, Edu, echa un curriculum en Radio Nacional, que lo mismo te dan un pograma pa ti solito. ;)

Anónimo dijo...

me parece increible que escriba asi ojala me gustara mas leer y pudiera leer todos vuestros relatos, la verdad es que tendre que aprender a leer porque me ha encontado.un beso

terminus dijo...

Vale contesto yo.
-Wardog, jeje. Y me pongo a retrasmitir la "Guerra de los Mundos".
-delphin, leer es unos de los pasatiempos más baratos y entretenidos que existen, a por ello.

Y... al resto... ¿Que os pasa?

Wardog dijo...

Hombre, la Guerra de los Mundos no sé, Orwell es Orwell, pero oiga, un consultorio en plan Elena Francis si que te veo haciendolo, eh?