Mision Cumplida

Hola:
Soy Eduardo y soy soltero... de nuevo. Os cuento.
He vuelto hace unos momentos de mi viaje a Levante. Aunque he calculado mal, dije que haría 800 kms y el cuentakilómetros parcial de mi coche indica que en realidad han sido 853. El sábado salí a las 9 de la mañana después de tomar un café pero llegue a tierras alicantinas un poco más tarde de lo previsto ya que me encontré con numerosos bancos de niebla en el camino. Mi primera parada fué alli, para comer con alguien que considero un amigo, El Gran Vacío.

Comimos en un italiano, pero debido a mi intolerancia a la lactosa fué un poco dificil elegir el menú, pero bueno... al final dimos con algo que no llevara ningún lácteo. La conversación con él fue muy amena pero como mi viaje debía continuar también fue breve. Prometo regresar con más tiempo y ya sabes Vacío, cuando tengas tiempo te espero por Toledo. Cuando quieras.

De nuevo en marcha, rumbo a Valencia. Bueno la verdad es que llegué con unos 15 minutos de retraso y me recibió mi anfitriona, Lo. Chica simpática y extrovertida donde las haya, un encanto. Y nos dispusimos a esperar al resto de la gente sentados en una mesa con un par de cervezas, la mía Guinnes por supuesto. Mientras llegaban me hace una petición un tanto extraña: Cuentame tu vida.

Bueno... por donde empiezo. Pues al final empezé a hablarle de mi, pero a saltos, según se me venía a la cabeza (seguro que al final le dolería la suya) y en ese momento conocí a otra amiga Isthar, y seguimos hablando de mi y... ¿Otra cerveza? Pues claro.

Salimos del bar y camino del restaurante se nos unen SebastianDell, el insociable más sociable que conozco y Perfecto Cuadrante, me encanta esta chica tiene una forma de reir que es contagiosa. Vamos a cenar de tapas pero... a ver que platos no llevan lácteos. Bueno con no picar el queso de la ensalada apañado.

Despues... seguimos de bares, no os olvideis que esto es típico si voy yo. Este que era... ¿Alemán? Creo que sí. Y seguimos de cafés y copas. Y... la última parada de la noche... ¿Dónde? ¡A BAILAR! Eso si se puede llamar bailar a mi forma de hacer el indio sobre una pista, pero me lo pasé genial, hacía al menos 11 o 12 años que no movía el esqueleto.

Al día siguiente por motivos laborales de los demás asistentes sólo quedamos Isthar y yo. Nos sentamos en una terraza por la mañana y nos levantamos cuando el sol se empezaba a poner. Estuvimos mas o menos 6 horas charrando, como dicen allí. Que encanto de mujer. En la misma mesa tomamos la cerveza de la mañana, la comida, el café... ¿Te acuerdas todavía de la canción de aquel tipo de la guitarra? Que hartón a reir.

Y ya por último a cumplir mi misión. Nos acercamos a la playa... preparo el anillo...y... al mar (Después también tiré una piedra, algo prometido a una amiga). Me despedía así de una parte importante de mi vida. Y aunque no pensaba que pasaría terminé con un nudo en la garganta. Se dió cuenta, pues me apretó fuerte el brazo, y me dijo: Ahora para adelante, estos actos simbólicos tienen más importancia de la que parece.

Y vuelta para casa. A vosotros... la Panda de Valencia, en Toledo tenéis vuestra casa. A la Panda de Madrid... es increíble lo que me cuidáis. Y al resto de la Panda... aunque estáis un poco más dispersos, gracias por todo. Lo dicho, en Toledo tenéis vuestra casa, todos.

Gracias

Eduardo

PD: No se que tal lo cuento, pero es lo que pasó